APOYANDO AL JOVEN EN EL EVANGELISMO
Por Sven H. Jensen
Es sorprendente lo que los jóvenes adventistas pueden hacer cuando son desafiados. Los jóvenes están deseosos y capacitados para participar en la misión de la iglesia. Ellos pueden predicar, enseñar, visitar, compartir, dar estudios bíblicos, conducir Seminarios de Apocalipsis, participar en esfuerzos públicos y llevar a las personas a decidirse por Cristo. Ellos han hecho esto desde los días de nuestros pioneros y continúan realizando esa actividad a nuestro alrededor. Es tiempo de que nosotros, como líderes, comencemos a entender que los jóvenes están a la altura de la tarea.
Cuando hablamos de jóvenes en la iglesia, no estamos tratando de un grupo minoritario, estamos hablando de la mayoría de la iglesia. Con esto en mente, no debemos esperar menos de ellos, que de aquellos que están arriba de los 30 años de edad. En verdad, debemos esperar más de los jóvenes. Ellos están llenos de vigor, fe, creatividad y visión, probablemente mucho más que los hermanos de más edad.
Pablo escribió a Timoteo: “Ninguno tenga en poco tu juventud, sino sé ejemplo de los creyentes en palabra, conducta, amor, espíritu, fe y pureza” (I Tim. 4:12). Es muy interesante que Pablo no culpa al ambiente mundano, o destaca la negligencia de otros miembros de la iglesia, o pregunta ¿qué puede hacer la iglesia por nuestro joven amigo Timoteo? No, él desafía a Timoteo: “Sé ejemplo de los creyentes”. “No descuides el don que hay en ti” (vers. 14). ¿Estamos listos para desafiar a nuestros jóvenes para que tomen una posición en cuanto a la verdad y a realizar su parte en el evangelismo? Tengo la seguridad que ellos están listos.
¿Cómo podemos apoyar a los jóvenes adventistas en el evangelismo? Permítanme presentar algunas sugerencias:
1. Centralícese en la misión, no en el problema.
En un colegio adventista, los profesores compartían sus problemas disciplinarios, especialmente en los fines de semana. Era difícil controlar a los estudiantes y mantener los patrones de la iglesia. La situación llegó a tal punto que los padres estaban reacios en enviar a sus hijos a ese colegio. Sin embargo, un pequeño grupo de estudiantes idealistas cambió el enfoque. Comenzaron a realizar Seminarios de Apocalipsis. Toda la escuela se contagió de entusiasmo. Algunos de los alumnos indisciplinados estuvieron al frente en esta campaña de evangelismo. Durante el verano, un buen número de estudiantes pasó varias semanas de sus vacaciones colportando y realizando evangelismo público. El enfoque cambió de los problemas disciplinarios para la misión.
Los informes positivos del Extremo Oriente y del Africa nos dicen que grupos de jóvenes de nuestros colegios, escuelas y de las iglesias, van a las ciudades y villas para abrir filiales de la Escuela Sabática e iglesias. Ellos no tienen problemas para estar con otros jóvenes durante los sábados por la tarde –incluso en la iglesia. Su enfoque está en la misión y estos jóvenes están entusiasmados.
Nosotros también nos entusiasmamos con el evangelismo cuando consideramos a los jóvenes y planificamos sus actividades. No podemos ofrecer mayor alegría a nuestros jóvenes que permitirles la experiencia de conducir almas a Cristo. Cuando centramos el evangelismo, ayudamos a nuestros jóvenes a desarrollar un sentido de propósito y crecimiento en su experiencia cristiana.
Esto no significa que todas las preguntas y problemas de los jóvenes han sido solucionados. Claro que no. Estos necesitan ser colocados en el debido tiempo y lugar, pero no deben ser el centro principal en el ministerio joven.
2. Desafíe a los jóvenes y espere grandes cosas
Estábamos enviando un esfuerzo de evangelismo, muy planificado, para alcanzar a los jóvenes. Los pastores, en el equipo de evangelismo, fueron ayudados por muchos estudiantes que prestaron su colaboración a través de la música, de la distribución de materiales a los presentes, ayudando a las personas a encontrar un lugar en el auditorio, operando el proyector, etc. Las reuniones, que tuvieron una duración de dos a tres meses, fueron muy frecuentadas y nos aproximábamos al momento del bautismo. Sin embargo, fue difícil obtener decisiones de los jóvenes que escucharon el mensaje. Tan sólo uno o dos respondieron al llamado. Por eso desafiamos a nuestros estudiantes a visitar a sus amigos, orar con ellos y estudiar la Biblia juntos. Al poco tiempo el cuadro cambió completamente y un buen número de jóvenes estuvo preparado para el bautismo y llegar a ser miembro de la iglesia.
Hay abundante talento y gran potencial entre nuestros jóvenes. Ellos no tienen que quedar a un lado de la línea y contemplar lo que está sucediendo. Déjelos emplear sus talentos de oratoria, canto, oración, persuasión, organización y visitación. Con su fe y entusiasmo, característica de ellos, y bajo la dirección del Espíritu Santo, realizarán cosas mucho más allá de nuestras expectativas.
3. Promueva los métodos comprobados y haga concesión a las nuevas ideas
A muchos nos agrada ser innovadores. Apreciamos introducir nuevas ideas que son probadas y de éxito. Los jóvenes también desean experimentar. Sin embargo, no despreciemos los métodos comprobados.
¿Cuándo los jóvenes alcanzan éxito en el evangelismo? Si no estoy equivocado, cuando los métodos tradicionales son fomentados y utilizados.
La Voz de la Esperanza, Seminarios de Apocalipsis, grupos de estudios bíblicos, colportaje, evangelismo público, estudios bíblicos de persona a persona, son todavía excelentes formas que los jóvenes pueden utilizar para llevar el mensaje de esperanza y salvación a sus amigos. Donde estos métodos son promovidos, donde se proveen materiales para el trabajo y donde esta actividad está bien coordinada y organizada, los resultados también son abundantes. La mayoría de los jóvenes se sienten más confiados con los métodos comprobados, donde existe planificación y materiales disponibles. Ellos dan valor y se involucran en aquello que funciona.
En los lugares donde los métodos comunes no parecen tener mucho éxito, deberíamos estimular la innovación. Dejemos que nuestros jóvenes empleen su creatividad dada por Dios y busquemos caminos para ponerla en práctica a fin de que tengan éxito en la conquista de almas.
Es interesante notar cómo los métodos “antiguos” han sido revividos por los jóvenes adventistas y cómo éstos están funcionando. Reuniones campestres, venta de libros seguidas de estudios bíblicos, visitación en los hogares, son algunos ejemplos.
4. Ayuda con entrenamiento y materiales
“Con semejante ejército de obreros como el que nuestros jóvenes, bien preparados, podrían proveer, ¡cuán pronto se proclamaría al mundo el mensaje de un Salvador crucificado, resucitado y próximo a venir!” (MJ, 194).
Entrenamos pastores y predicadores laicos. Los jóvenes también necesitan entrenamiento. Recomiendo un curso de entrenamiento práctico como la mejor forma de preparación.
Esto significa que nosotros, administradores, directores y líderes de jóvenes, debemos estar personalmente comprometidos en el evangelismo, de forma regular, junto con nuestros jóvenes. Tal vez ha llegado el tiempo en que tengamos que disminuir el número de nuestras comisiones, de compromisos para hablar y de las funciones que nos fueron delegadas, a fin de colocarnos al lado de nuestros jóvenes para predicar el Evangelio. La conquista de almas debe ser una prioridad en nuestra vida de ministerio, si es que deseamos preparar y entrenar a los jóvenes para el evangelismo.
La iglesia debe proveer los materiales necesarios a fin de que los programas de evangelismo realizados por los jóvenes, tengan éxito y que las personas sean bien adoctrinadas en la fe.
5. Proporcionar un presupuesto para el evangelismo joven
Si encaramos con seriedad el evangelismo joven, debemos hacer provisiones de un presupuesto para ello. Sucede que a veces no esperamos mucho, de igual forma no invertimos mucho. Así como los pastores necesitan de un presupuesto para evangelismo, los jóvenes también. Una forma de ayudar a un grupo de jóvenes es sentarse con ellos, organizar sus esfuerzos y planificar un presupuesto. El presupuesto debe ser presentado y votado por la Junta de la Iglesia. Muchas asociaciones y misiones estarán listas a invertir en el evangelismo joven si fueren presentados los debidos planes y presupuestos.
Es sorprendente ver cuántos fondos están disponibles para evangelismo y para la Misión Global, inclusive para los jóvenes. Normalmente el dinero no es problema, con frecuencia el problema es la planificación deficiente y la falta de comunicación.
En una iglesia, un líder se levantó en una reunión de negocios y preguntó: “¿Por qué ustedes destinaron un presupuesto tan pequeño para las actividades de los jóvenes? ¿Cómo esperan que hagamos evangelismo”? La respuesta no se hizo esperar: “Ustedes nunca pidieron más, tampoco presentaron un plan para evangelismo”.
6. Demuestre confianza en los jóvenes y apoye sus planes de evangelismo
La Misión Global es una oportunidad áurea para demostrar confianza en nuestros jóvenes. En un país del Medio Oriente, un campo organizó 12 equipos de Misión Global, compuesto de dos jóvenes cada uno. Ellos fueron comisionados, por un período de tres años, a entrar en nuevos territorios y establecer presencia adventista en esos lugares. Los jóvenes respondieron a ese tipo de demostración de confianza.
Todos necesitamos de valor y estímulo en la obra que realizamos. Los jóvenes necesitan mucho más que nosotros. Nuestra confianza en ellos y nuestro apoyo moral, probablemente, determinarán el éxito o el fracaso de su proyecto de evangelismo, mucho más de lo que la naturaleza del programa en sí. Los jóvenes pueden testificar valientemente cuando saben que su iglesia y sus líderes los están apoyando.
7. Ore con los jóvenes y por ellos
Evangelismo es un evento espiritual. Será desempeñado con éxito por aquellos que poseen una experiencia personal con Cristo. “No tiene límite la utilidad de quien poniendo el yo a un lado, da lugar a la obra del Espíritu Santo en su corazón y lleva una vida dedicada por completo a Dios” (MC, pág. 116). El Espíritu Santo está deseoso de llenar la vida de los jóvenes y usarlos para la salvación de otros.
Como Aarón y Hur sostuvieron los brazos de Moisés, durante la guerra de Israel contra Amalec, tenemos el privilegio de sostener a nuestros jóvenes que están desarrollando evangelismo, a través de la oración. Cuando oramos con los jóvenes, ellos son encaminados a la fuente de su fuerza y éxito y son conscientes que nos preocupamos por ellos, que estamos con ellos en sus programas de evangelismo y vida espiritual. Cuando oramos con ellos, creemos que Dios los usará de una forma poderosa y que a través de su ministerio muchos corazones serán tocados por el Salvador Jesús.
Sven Jensen es Director de Jóvenes de la Unión del Medio Oriente.